miércoles, 7 de octubre de 2009

Ángel nocturno


Vienes con religiosa calma, a esta tormenta de luz que en deshora, deshabitúa tu acostumbrada estadía. Carezco de titulo que avale lo propio, mas no frena el convite que con gozo celebro.
Hay luna que vive de día, luz que atraviesa esas alas, cielo de estrellas opacas, desvanecidas. Calor hermoso que abraza, lento suave, artífice de vida.
Soy quien vela en discreto talante tu insospechada lucidez, alberga y resguarda los sueños que despiertos se avivan, vuelan revoloteando y vuelven en pronunciada picada provocando de conciencia estimulo.
De imágenes traviesas, perturbadas o malsanas, bajo juramento por extraordinarias, he armado del navío una tripulación sensata, que tranquilidad inspira, ayuda, insta, desata. Que asombro ahuyenta en los años correr. No hay recelo o perjuicio que vago atormente al del aventurero su alma.
Calma y delicia, en quimeras baso, al descanso o silencio siempre en ellas hospedo, en afables noches la luz escapa, oportuno momento de prestados ingenios en alas tomar… Ángel Nocturno, tu momento es… será.
Dithu Manrique
Ilustración: Zdzislaw Beksinski 1976