Es temprano, con luz en has de cortina encima se cierne inhumana una estrella, que da de sí a quien no pide, y olvida en lapsos a quien no le ve; hay hilos que sostienen en vuelo a las aves que penden tirantes, de las algodonadas nubes escapan susurros que desplaza el viento.
El campo solloza en su ingrata desventura, el olvido ha presentado en él su futura vida, nadie ofrece sus condolencias, la enfermedad mortal contagia a los piadosos.
La tormenta arrecia, primero pausado, despacio, con calma; enseguida se desprende de tajo la mitad del cielo en forma de mar, nada detiene su paso. Hay quicios huérfanos de puerta, millares de nuevos navíos, todos de diminuta medida.
Dithu Manrique.
El campo solloza en su ingrata desventura, el olvido ha presentado en él su futura vida, nadie ofrece sus condolencias, la enfermedad mortal contagia a los piadosos.
La tormenta arrecia, primero pausado, despacio, con calma; enseguida se desprende de tajo la mitad del cielo en forma de mar, nada detiene su paso. Hay quicios huérfanos de puerta, millares de nuevos navíos, todos de diminuta medida.
Dithu Manrique.
Ilustración: "Tras la lluvia" Freijanez
No hay comentarios:
Publicar un comentario